domingo, 1 de diciembre de 2013

Encuentro de poetas hispano marroquí en Cádiz

Organizado por la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo y el Centro Andaluz de las Letras, se celebró en Cádiz, entre el 4 y 6 de noviembre pasados, un encuentro de poetas hispano-marroquíes con motivo de la visita a esta ciudad de la Casa de la Poesía de Marruecos. Supusieron dos días de convivencia poética, el primero y el tercero en Cádiz, el segundo en Jerez. Pude asistir a las jornadas celebradas en Cádiz y conocer directamente parte de la mejor poesía que ahora mismo se realiza en el país vecino, con la sorpresa añadida de su cosmopolitismo y la cercanía de sus imágenes y sensibilidad contemporánea. Siempre han sido muy pocos y universales los grandes temas que buscan respuesta en la poesía: el amor, el tiempo, la injusticia o la muerte. En un mundo global, la poesía diluye fronteras y se estrecha para compartir, no sólo esos grandes temas, sino también los escenarios, las referencias -cinematográficas, musicales-, las ilustraciones y, al cabo, las mismas metáforas.


En Cádiz leyeron sus poemas -algunos con su traducción al castellano, otros sólo en su idioma original- escritores como Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch. Por parte española, Jesús Fernández Palacios, José Manuel García Gil, Javier Vela, José María García López, Virtudes Reza, Manuel J. Ruiz Torres, Yolanda Aldón, Juan José Sánchez Sandoval y Mauro Quiñones. Se acercaron al último de los recitales pero sin poder participar en el mismo, Felipe Benítez Reyes, que tenía a la misma hora un seminario de la UCA sobre su obra, y Blanca Flores, que tenía obligaciones laborales a esa hora pero que sí leyó en el recital de Jerez. Las intervenciones de cada participante fueron resumidas y traducidas al otro idioma por el poeta Khalid Raissouni, reciente traductor del Libro del buen amor al árabe, e Ignacio Ferrando Frutos, coordinador del Área de Estudios Árabes Islámicos de la UCA.

En Jerez, con los mismos poetas marroquíes, leyeron los poetas españoles Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Paloma Fernández Gomá, Patricio González, Blanca Flores y Yolanda Aldón.

Quiero, con la intención de mera muestra que no antología ni selección, presentar aquí algunos poemas de estos autores marroquíes.

Del poeta Hassan Najmi (Benhmed, al sur de Casablanca, 1960), este "El desierto".

EL DESIERTO
(Elegía para Mohamed Bahi)
Pero si el corazón no le subyuga la mano,
Tampoco le violentará el brazo
ALMUTANNABI


De repente me sentí abatido. ¿Habrá alguna sombra
en este páramo que no se acaba? Sólo hay
un lugar para la contemplación y la añoranza. La
nada.
Deambulábamos entre las zarzas, las rocas herrumbrosas
y las malezas, entre las raspas de sal
y los ásperos regatos. La arena de las dunas se resistía
al tiempo. ¿De dónde viene este fulgor que
ciega? ¿Irrumpe del jade o del cuarzo? Su silenció
me espantó. Veía cómo se agrietaban los labios y
se desangraban. El agua de los pellejos se había
agotado. Mi asombro me anegaba. ¿Eran dunas o
el lomo de peces en fuga? ¿Eran dunas o mujeres
desnudas?
Reclamo la generosidad de tus ojos. Tu alma es
luz
(...)

El poeta Azrahai Aziz lee uno de sus poemas.

Del poeta Mourad Kadiri (Sale, 1965) este "La estaca":

Aflojo una estaca, empuño otra
Una estaca delante, otra estaca detrás
do quiera que mire, una estaca,
bajo mí, sobre mí, a mi lado
En mi cabeza, una estaca
otra en mi corazón
Una estaca se hizo muy pequeña
Logró atravesar una de mis arterias
y esconderse
Desde allí, empezó a amenazarme
¡Cuidado! No rompas tus cadenas
Si lo haces
te encontrarás más desamparado
te cansarás y acabarás perdiéndote
¡Cuidado! No te muevas
no respires
Me dije:
esta estaca he de arrancarla con mis dientes
Primero bebamos un buen trago
Lo que la estaca cree que sólo ella sabe
yo también lo sé
Pero he acabado descubriendo
que la estaca y yo somos hermanos
Como llave y cerradura
se frota contra mí
y yo me froto contra ella
Me prepara buñuelos
y se los devuelvo untados de miel
Me moriría
si llegara a faltarme


El poeta Boudouik Benamar lee sus poemas

Del poeta Khalid Raissouni (Casablanca, 1965), el poema "La identidad- una piedra":

Bajo los rayos vivos
de un día cualquiera,
doblaron las campanas celestiales.
Sumergido en su esplendor
el palmeral cantaba
y su luna agonizaba,
un camino hacia un silencio que sobrevive.
Silencio mortal con cuerpo y alma
que desnudo se asoma
a los umbrales de la aurora,
desciende a los infiernos del vacío.
Silencio sin color, sin nombre,
arde en la oscuridad infinita.
Su grito es una llamada muda
bajo la sombra de la muerte.
Su voz es una piedra
y su identidad un tiro en la frente.

Momento de mi propia lectura, foto cortesía de Azis Azrahai

Del poeta Ahmed Lemsyeh (Sidi Ismaïl, provincia de El-Jadida, 1950), la parte del poema:

ojala si hubiera alegría se contagiara
y las letras no envidiaran a quienes he engendrado
y el saludo viniera en auxilio
cuando yo llamara
y el bien fuera un mar dulce
que saciara la sed de mi país
el amor y la verdad y la belleza serían mis señores
me convertiría en un errante mendigo
y la libertad sería mis provisiones


Imagen de los participantes en la lectura de clausura de las Jornadas en Cádiz

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