jueves, 16 de enero de 2014

CUATRO REFLEXIONES INQUIETANTES SOBRE LA REPRESIÓN EN GAMONAL



(Foto tomada de www.teinteresa.es)

La suspensión, justo ahora, de las obras especulativas en el burgalés barrio obrero de Gamonal nos permite detenernos en algunas reflexiones inquietantes.

1. Se extiende la convicción de que sólo se tienen en cuenta las opiniones contrarias cuando se manifiestan con violencia. Ese vecindario lleva más de tres meses protestando diaria y pacíficamente y, en ese tiempo, nadie se ha dignado a escucharles. Ocurre igual cuando otras manifestaciones y mareas de muchas miles de personas son ninguneadas, o se les provoca reduciéndolas a cifras ridículas. Es evidente que se busca desmantelar el derecho de manifestación por la vía de la desmotivación. Pero también supone dejar a las manifestaciones “autorizadas” sin su cínica utilidad de contener y encarrilar las protestas dentro de los apaciguados cauces de la democracia formal. ¿Ha renunciado el Partido Popular a mantener las apariencias de esta democracia? Si, al final, se premia la violencia, ¿tiene el Partido Popular algún interés en avivar esa violencia, por ejemplo como excusa para una represión mayor, o es simple incompetencia?

2. Se han producido detenciones e incidentes porque la policía prohibía la estancia en la calle a partir de una determinada hora, en un supuesto toque de queda. Tal figura no existe en nuestra legislación. Es más, en la sacrosanta Constitución de 1978 se  reconoce, como derecho fundamental, el de circular libremente por el territorio español (art. 19). Y, expresamente, (art. 55), sólo puede suspenderse con una declaración de estado de excepción o de sitio. El primero, por Consejo de Ministros previa autorización del Congreso, y el segundo por mayoría absoluta del Congreso. ¿Ha derogado el Partido Popular la Constitución sin que nos enteráramos?

3. La policía ha entrado en portales de bloques para continuar sus cargas. El portal es una propiedad común de las viviendas de ese edificio. Y esa misma Constitución consagra la inviolabilidad de los domicilios, “sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito”. La jurisprudencia constitucional ha aclarado el sentido de domicilio, que incluye no sólo la vivienda sino espacios anexos a la misma. De nuevo, ¿ha derogado el Partido Popular la Constitución sin que nos enteráramos?

4. Finalmente, la injuria como apabullante política de comunicación. El Gobierno ha hablado de kale borroka, de antisistemas, de profesionales itinerantes de la bronca revolucionaria, hasta de la insolidaridad –ya ven, qué sarcasmo- de quienes se oponen a convertir la vieja carretera nacional en un bucólico bulevar para bicicletas y peatones. Pero todos los detenidos viven en Burgos y no tienen antecedentes. Las fotos desmienten esa imagen prefabricada de terroristas de la calle cometiendo “atentados”, presentándolos en su naturalidad de trabajadoras y trabajadores muy indignados. Les están robando, les quieren hacer pagar otra vez por una calle que ya pagan con sus impuestos. Es un repago repetitivo que ya hace mucho que pasó de irritante. Allí y aquí. Nos están robando. ¿Cree el Partido Popular que las protestas, como algo sólo imaginable en criminales, deberían criminalizarse? Están en ello. Se llama Ley de Seguridad Ciudadana.


Manuel J. Ruiz Torres

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